Si el castigo físico no es natural, ¿por qué tantos adultos lo hacen?

La mayoría de mamíferos usan el ejemplo y la repetición para enseñar nuevas habilidades a sus crías, por ejemplo, cómo cazar, cómo defender un territorio, etc. Pero en la especie humana se normalizó el hecho de enseñar a su descendencia haciéndole daño y haciéndole pagar por sus errores a través de la práctica del castigo físico. La pregunta es: si no es algo natural, ¿por qué tantas culturas lo practican?

A lo largo de la historia, la conquista de territorios se ha hecho por la fuerza y la violencia, lo que ha respaldado creencias socioculturales de aceptación del castigo físico. También encontramos razones personales que llevan a algunas madres, padres y cuidadores a usar el castigo físico como método de corrección.

¿Por qué los adultos golpeamos a nuestras hijas o hijos?

Experiencia personal:

Tienen una historia de castigo físico y ven esta práctica como normal y válida para la crianza.

Percepción negativa de la conducta de la niña, el niño o el adolescente:

La conducta inadecuada infantil o adolescente es vista como algo serio, grave e intencional, alejada de los procesos normales del desarrollo. Por lo tanto, ya que es intencional, se deben “pagar” con dolor los errores.

Las creencias sobre la función parental y la crianza:

La crianza está centrada en las necesidades del adulto, hay un gran temor a perder la autoridad, el poder y el control, y el castigo físico es visto como un medio para lograr la obediencia.

Dificultad para el control de los impulsos y la autorregulación

Los sentimientos de rabia, cansancio y estrés son descargados en los más vulnerables e indefensos. En estos casos la crianza termina siendo reactiva, no consciente.

Pocas alternativas disciplinarias diferentes al castigo

Las madres, padres y cuidadores tienen pocas alternativas disciplinarias diferentes al castigo.