Yo no le pego, pero: ¿puedo usar otros castigos o premios?
Cuando pensamos en dejar el castigo físico a un lado, lo primero que se nos viene a la cabeza es el uso de otros tipos de castigos o premios para manejar la conducta retadora. Sin embargo, ninguna de estas prácticas nos lleva al desarrollo de habilidades a largo plazo, tal y como deseamos.
Los castigos y premios son dos caras de la misma moneda. Ambas estrategias parten de las necesidades de los adultos (no del desarrollo infantil y adolescente) y lo que buscan es manipular la conducta a partir de las preguntas: ¿qué es lo que ellos quieren que yo haga y qué me pasará si no lo hago? o ¿qué es lo que ellos quieren que haga y qué recibiré por hacerlo? Ninguna de estas respuestas resuelve la pregunta: ¿qué es lo que yo necesito aprender y qué tipo de persona debo ser?